Ciudad de leyendas medievales, antiguo hogar de Kafka y sede de gran acervo cultural e histórico; Praga merece ser visitada al menos una vez en la vida. Está ubicada en pleno corazón de Europa y quien la visita siente que ha viajado en el tiempo pues construcciones de todos los estilos arquitectónicos inundan sus angostas y pintorescas callejuelas. Lo ideal es pasar 3 días completos allí; y si bien pueden parecer pocos, hay que saber que las principales atracciones se encuentran próximas entre sí, por lo que el recorrido se puede hacer fácilmente a pie.
Declarado Patrimonio de la Humanidad, el casco histórico, situado en la Ciudad Vieja (o Stare Mesto), alberga algunas de las edificaciones más antiguas y hermosas de Praga. Pero no son las únicas reliquias. Cruzando el Río Moldava por el Puente Carlos, el puente más viejo de la ciudad, y pasando por la Ciudad Pequeña, se puede llegar al Castillo de Praga, una gigantesca construcción del siglo IX que nos sumerge en una atmósfera de ensueño.
Además de ser famosa por su vida cultural, Praga es célebre por su cerveza. La República Checa se jacta de ser el primer lugar en donde se elaboró esta bebida y lo curioso es que se vende a un precio menor que el agua mineral. Cuando cae el sol, el plan ideal es elegir alguno de sus animados pubs y terminar el día con “la mejor cerveza del mundo”, según el reconocimiento de sus habitantes.
Se suele decir que hay más hoteles en Praga que calles, por lo que es posible conseguir alojamiento para toda variedad de gustos y presupuestos. La zona más recomendada para reservar hoteles en Praga es el centro histórico de la ciudad, ya que concentra la mayoría de las atracciones y desde allí podremos ir a pie hasta los lugares más representativos de la ciudad. Para quienes procuran encontrar hoteles de lujo en Praga, el Barrio Pequeño (o Mala Strana) es la región indicada, rodeada de palacios y simpáticas calles de adoquines.
Aquellos que quieran alojarse en hoteles más modernos pueden quedarse en el barrio Ciudad Nueva (Nove Mesto). Eso sí, en esta región es mejor elegir un hotel cercano al tranvía o al metro, para facilitar el desplazamiento hacia el barrio antiguo. Encontrar hoteles baratos en Praga suele ser una tarea fácil gracias a la amplia oferta de alojamientos. Sin embargo, cuanto más nos alejemos de las zonas turísticas, más accesibles serán los precios de los hoteles en Praga.